Barranco Hondo ( o de Las Palomas)

    Hola!!! Una vez mas, y la semana pasada no paré, el domingo tocó barranco, esta vez en el Barranco de Las Palomas o Barranco Hondo situado en la zona de Garachico.

    En esta ocasión el grupito lo formaron Santiago, Leyba, Diana, Maika, Carlos, Jose, Jesús y yo, algunos ya conocidos con los que he pasado grandes días en grandes barrancos y otros que he tenido el placer de conocer y con los que espero compartir cuerdas en mas ocasiones.

Todo el grupo antes de salir.

        El punto de encuentro era a las nueve y media de la mañana en el aparcamiento del muelle de Garachico, como a nosotros nos quedaba de paso El Tanque, desde donde comenzaba el barranco, los esperamos en el lugar. No hubo mucho entendimiento, no había cobertura así que no éramos capaces de encontrarnos jajajaja al final conseguimos hablar y quedamos en el aparcamiento de la cabecera.

      Tras las presentaciones de rigor, los saludos y besos, nos organizamos, cuerdas, material... para no variar en la línea de esta semana, se nos olvidaron los frontales, había que a pasar un túnel así que no quedó más remedio que usar el movil.

Curioso totem dentro del túnel, botella de clipper vacía con cabeza de ¿perro?

     La cosa pintaba rara, el tiempo estaba nublado, y en el mar llovía, a unos pocos kilómetros de donde estábamos, a pesar de ello comenzamos a patear, las ganas de barranquear nos podían.

Vistas desde la cabecera.

     Tras la corta aproximacion a la cabecera, sencilla, aunque llena de las típicas zarzas de todos los barrancos de la zona, Santi montó el primer rapel, puente de cuerda desde un árbol, todos a bajo y con buen ritmo continuamos el camino, nada más bajar monto el segundo salto y me quedo para recogerlo, al llegar abajo ya estaba el tercero montado, así que directamente al cuarto salto.

     Este salto es el primero de los grandes de unos 45 metros, por lo que tocó empatar cuerdas Maika aprovechó el momento para darme una colleja imaginaria por no peinar bien un nudo de ocho, así que después de su visto bueno, continuamos.

      Hasta ese momento el tiempo nos había respetado pero tras bajar este rapel, comenzó un ligero chispoteo, que fue aumentando conforme bajaban todos convirtiéndose ya en una lluvia molestona. Llegados a este punto sólo teníamos dos opciones, o quedarnos a esperar que terminada de llover o continuar, por si empeoraba la cosa y como no tenía pinta de mejorar continuamos.

      Tras un pequeño rapel de unos doce metros, nos quedábamos en una pequeña terraza que estaba muy resbaladiza justo en el rapel principal de unos 130 metros, nos organizamos, Santi el primero, tras montar el primer fraccionamiento, bajando una cuerda para montar el segundo y tras el baje yo con otra cuerda y montar el último. La cosa no fue fácil, la roca estaba como un azulejo y parecía como si hubieran echado jabón, creo que prácticamente todos resbalamos en la salida, con más o menos fortuna, alguno terminó con varios raspones. Las paredes mojadas y los resbalones provocó que tiraramos muchas piedras, más de lo que habitualmente caen en este saltadero. Leyba decidió quedarse en el segundo fraccionamiento (R3) ayudando y controlando al personal a hacer el cambio de cuerdas por lo que estuvo cerca de una hora colgada mientras bajaban todos.

Primera R del saltadero pegándonos la lluvia.

Carlos en la R2.

Leyba en la R3.

     Tras esto nos esperaba un par de saltos mas, además de algún destrepe hasta llegar al final del barranco, justo en la Galería de Las Palomas.

     A pesar de la lluvia, el tiempo estuvo bueno, con una temperatura agradable, los nuevos compañeros muy agradables, estuvimos intercambiando experiencias, técnicas, diferentes formas de hacer algo y por supuesto el guachinche de rigor, un día completo y muy satisfactorio.